miércoles, 21 de marzo de 2012

Russian State Ballet "Pushkin" - El lago de los cisnes

Hoy he visto El lago de los cisnes en el Teatro Jovellanos de Gijón. Pinchad en el título para ver cómo venía en la programación del citado teatro. Me ha gustado mucho. Sobre todo los bailarines.



Pero ha habido cosas que hicieron que en ciertos momentos me dijera "¡pero esto qué es!" al estilo de Matías Prats. Que conste que no soy un experto en ballet ni mucho menos. De hecho, era la primera vez que veía algo de ballet.

Pero que de repente la música suene como si estuviesen estirando la cinta del casette (lo siento si habéis nacido hace poco y desconocéis esto, pero así sonaba) y que se pare en ese momento ha logrado que aplaudiese al bailarín en escena por haber seguido como si nada. Cuando tengo entendido que en un teatro, sea lo que sea lo que se escenifique, no se aplaude hasta que se cierra el telón. Entre un acto y otro o al final o, si acaso, al apagar las luces aunque el telón quede abierto.

El público, en general, aplaudía cada escena, cada baile. Me parece pesado para los demás y para los bailarines, que se ven obligados a acabar la escena y a saludar. Y eso una y otra vez. Es como si, en una obra de teatro, cada vez que saliese alguien a escena o entrase alguien, por cambiar la situación, aplaudieran y tuvieras que saludar. Imaginaos.

Pero otro pequeño fallo de la compañía (pues supongo que tienen a su gente para todo) fue manejando las luces. ¡Huy! Que hemos encendido otra que no era, ah pues apaga y enciende la que es. Pero, ¿no será mejor hacerlo al revés y no dejar al bailarín en la penumbra? Eso pasó una sola vez. Lo que sucedió tres o cuatro fue que no seguían a los bailarines con los focos. Quiero decir, entiendo que es difícil saber si va a ir más rápido o más despacio el bailarín y seguirle, pero hacer otro trayecto sí me parece grave.

Sin embargo, la sensación es buena y resulta agradable a la vista y al oído (¿qué puedo decir de Tchaikovsky aparte de esto http://bit.ly/GL4O2y ?). Uno debe saber de qué va para enterarse bien de la historia (ved aquí: http://bit.ly/GIANCb) y, no obstante, es que ¡de verdad parecen cisnes bailando!

Imagen de http://www.danzaballet.com de este momento:

lunes, 19 de marzo de 2012

Creando

El siguiente texto nació a raíz de una entrada de http://veleidadesgratis.wordpress.com pero asumo toda la responsabilidad:

Al final todo se hace simplemente mierda.
Puede sonar forzado. Pero así será, fue y es. Ahora mismo. Mire donde mire, no veo más que mierda. Después de todo lo que he luchado y todo lo que he tenido que soportar. Todo se va al traste. Incluso en quienes pensabas que podías confiar acaban buscando el momento en que puedan jugártela.

O hacerte creer que te la han jugado. Si ya sabías desde hacía años con quién estabas viendo las noticias. Cuando baja la marea aparecen cosas. En general pequeñas piedras de las que ignorábamos su existencia. O con las que esperábamos no tropezar. Aunque supiéramos que estaban ahí. Tal vez su borde sea cortante. Y esto puede que no lo sepamos hasta que nos hacen perder el equilibrio por hundirse en nuestra carne. Las piedras digo.

Experiencia, lo llaman. Tal vez más bien vivencias. Si quisiera experiencias vería películas, leería libros, viajaría. Pero ni mucho menos buscaría conflictos con los que me rodean ni vendería por un plato de lentejas a mis, en teoría, amigos. Porque eso es lo que hacen algunas. No las ves venir. Crees que esa playa no guarda secretos para ti: ¡llevas años yendo! ¿qué puede pasar? Cuando, un buen día, sin venir a cuento (o contándote uno) sientes su punzada.

Perdonar. Parece fácil. Hay quien dice eso de: "yo perdono pero no olvido". No sé muy bien de qué sirve, la verdad. ¿De qué sirve "Remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa" (es decir, 'perdonar') si no lo olvidamos? En mi caso, algunas, digamos, afrentas, se me han olvidado. Supongo que no les di importancia. Es decir, supongo que perdoné. Y tan amigos.

Pero hay otras que no he olvidado. Otras que, por suerte o por desgracia, recuerdo. Creo que por suerte para mí, para que no me la vuelvan a jugar. Y por desgracia para aquellas personas que me la jugaron o lo intentaron. Por aquellas puñaladas por la espalda cuando todo eran sonrisas y colegueo. Sobre todo me acuerdo, y va a hacer ya dos años, de la que me hace decir que al final todo se hace simplemente mierda.

lunes, 5 de marzo de 2012

Desayuna bien, que importa

Importa. Y mucho. Nunca he soportado escuchar "a mí es que por la mañana no me entra nada". ¡¡Pero si desde la noche no ingieres nada y tu cuerpo necesita energía para empezar el día!! En serio, no puedo con quien lo dice. Siento si te has sentido identificado.

Aquí os dejo una noticia de El Médico Interactivo al respecto:

Un desayuno completo que incluya azúcares ayuda a perder peso
(25-27/02/2012) - E.P. La ingesta de dulce por las mañanas es recomendable puesto que el metabolismo esta más activo y quemará calorías a lo largo de todo el día
Un desayuno completo con algo de dulce contribuye a perder peso y a reducir la ansiedad a lo largo del día por ingerir este tipo de azúcares, según un estudio recogido en la publicación Steroids, realizado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel).

En concreto, los investigadores observaron que las personas que ingerían un desayuno de 600 calorías que incluyese dulce, carbohidratos y proteínas, bajaban más de peso. Además, dedujeron que la ingesta de dulce por las mañanas era recomendable, puesto que existe una mayor actividad metabólica. De lo contrario, los investigadores advirtieron de que la persona podría sufrir una adición psicológica a este tipo de alimentos a lo largo del tiempo.

Para realizar el estudio, los investigadores observaron a 193 adultos que padecían obesidad pero no diabetes, que fueron divididos en dos grupos en los que los hombres consumían 1600 calorías diarias y las mujeres, 1.400. Sin embargo, en el primer grupo se consumió 300 calorías en el desayuno y menos carbohidratos y, en el segundo, 600 calorías y más carbohidratos.

En la primera mitad del estudio, los participantes de ambos grupos habían perdido una media de 15 kilos. Sin embargo, en la segunda mitad, los que consumieron menos carbohidratos ganaron una media de 10 kilos y los del otro grupo perdieron cerca de 9. Después de 32 semanas, los que consumieron 600 calorías en el desayuno perdieron 18 kilos más que sus compañeros.

Asimismo, los participantes del grupo de la dieta de menos carbohidratos se sentían que no estaban del todo saciados y veían crecer sus ansias por ingerir azucares y carbohidratos, todo lo contrario que los del otro grupo.

Los investigadores quieren ahora realizar más estudios para comprobar si la hora en la que se come y la composición de la dieta están relacionados a la hora de perder peso o si, simplemente, es una cuestión del número de calorías ingeridas.

En general, el desayuno proporciona energía, ayuda al cerebro a funcionar y pone en marcha el metabolismo. Además, la ghrelina, hormona que estimula el cerebro provocando el aumento del apetito, aumenta más en otras comidas que en el desayuno.




Y no es que lo importante sea adelgazar, si no que el cuerpo humano está preparado para disfrutar, sí, sí, disfrutar, de una dieta con un 50-60% de hidratos de carbono (carbohidratos, glúcidos o azúcares). Entre ellos: pan, cereales, arroz, pasta. Pero también en legumbres, leches, verduras, leche y sus derivados. Es decir, que la mitad de la nuestra dieta debiera incluirlos.

Por supuesto, no digo que no debamos comer otra cosa. Queda un 50-40% a repartir entre grasas y proteínas. Mejor si ingerimos más de las segundas. Pero tanto las dietas que incorporan porteínas en exceso como aquellas que las restringen no funcionan y someten nuestro organismo a un estrés que acaba llevando a problemas de diversa índole.